lunes, 12 de marzo de 2012

Flores de Bach

                                     
   La terapia de Flores de Bach desarrollada hace más de cincuenta años por el médico e investigador inglés Edward Bach, es uno de los fenómenos más interesantes de la medicina alternativa contemporánea. Está basado en un concepto ausente en la medicina clásica: la relación entre el alma humana y la manifestación de la enfermedad, que tiene en cuenta el elemento psíquico de esta. 
  La medicina dominada por la química y la tecnología puede ser capaz de eliminar los síntomas de la enfermedad, pero no sus causas: aumenta el conflicto entre el alma y el cuerpo y la curación se hace imposible.

  El método curativo del Dr. Bach se basa en el hecho de que la enfermedad no sólo es el resultado de trastornos corporales sino que tiene su origen en sentimientos y actitudes negativas que bloquean nuestra energía vital.
  
  El punto fuerte de la terapia de las flores radica en la normalización de los trastornos psíquicos y en la resolución de los conflictos internos, así como en la mejoría del dolor físico con causas psíquicas reconciliables o síntomas concomitantes.
  Las flores de Bach no solo son adecuadas para el tratamiento armonizador psicofísico en enfermedades de todo tipo —en ocasiones de modo adicional al tratamiento médico— sino también para cuidar la salud y llevar una vida sana, puesto que estabilizan y eliminan lo puntos flojos de tipo psíquico.


 

Como funcionan las Flores de Bach.

   El método se basa en el uso de treinta y ocho remedios naturales, derivados de las flores, que inciden sobre las vibraciones energéticas más sutiles del hombre.
    Con la asimilación de los remedios, que carecen de efectos secundarios y no interfieren con los medicamentos, se obtiene una mayor resistencia a los trastornos físicos, así como una mayor serenidad y aceptación de uno mismo.
    
    Pero ¿Por qué precisamente las flores?  Pues porque la vida de la planta se concentra en sus flores y es que la flor donde está la semilla que después vuelve a la tierra para regenerarse de nuevo.

   Así, podemos apreciar cómo al relacionarnos con las flores y la preparación de los remedios, actuamos a través de los cuatro elementos fundamentales que regulan la armonía de nuestro planeta:

- La tierra que proporciona a la flor apoyo y alimento, y a nosotros nos da conciencia y sostén; sin la tierra no podríamos existir, por lo menos tal como somos ahora.

- El aire, que nos alimenta. 

- El fuego que se expresa con toda su fuerza, a través también del sol que nos nutre y nos regenera, y es un elemento indispensable en la preparación de los remedios. 

- El agua, que nutre la planta y es determinante para la vida de todo el planeta y también para nosotros, dado que nuestro cuerpo está compuesto en un ochenta por ciento por agua y, además, porque los remedios se preparan utilizando el agua como elemento base. 

  Así es como toda la naturaleza de los remedios se expresa a través del vínculo con los cuatro elementos que se encuentran en la base de la vida misma y son, por lo tanto, determinantes e imprescindibles.

  No existe curación posible si no va acompañada por una actitud mental distinta, por la tranquilidad y la felicidad interior.
  La única condición que debe tener en cuenta quien experimenta por sí mismo este método es que aprenda a reconocer honestamente los propios estados de ánimo, asociarlos con los remedios y confiarse a ellos para recuperar el bienestar.

  Bach consideraba que estas flores pertenecen a un “orden superior”, por cuanto cada una de ellas canaliza una vibración energética que responde perfectamente a determinadas características del ánimo humano. 
  
  Las treinta y ocho flores, por tanto, se relacionan con el paciente en función de un intercambio energético que podría definirse como “chispa divina”, o también como “potencial espiritual”, y que se clasifican de acuerdo con este potencial.
  Por lo tanto, cuando un obstáculo se interpone entre nuestra personalidad y nuestro potencial espiritual, nuestro campo energético produce una vibración distorsionada que, con el tiempo, puede degenerar y activar un malestar de tipo físico.
  El objetivo prioritario de las flores es el de relacionarse con nuestras características básicas, para devolverlas a su primitivo equilibrio y, por consiguiente, y a través de su vibración energética beneficiosa, recordándonos quiénes somos y cuáles son nuestras autenticas potencialidades.

  Así, restablecidos, podremos por fin volver a alcanzar aquellas características primarias que forman nuestro bagaje de recursos, y que nos permiten reconocer nuestra unidad y nos confieren integridad.

¿Hay Contraindicaciones de las Flores de Bach?

  Hasta ahora, no se han descrito interacciones con fármacos.
Esta suposición parte de un malentendido, ya que los concentrados florales no son como los medicamentos habituales que contienen químicos.
A diferencia de estos, las Flores de Bach no contienen ningún químico o sustancia activa, solo contienen energía.

  Los remedios de Bach son benignos en su acción; casi nunca pueden producir una reacción desagradable.  En consecuencia, pueden prescribirse con seguridad y todos pueden usarlos.   Esa fue la intención del Doctor Bach: que el hombre pudiera encargarse de su propia curación.

Los remedios de Bach pueden tomarse junto con cualquier otro medicamento con absoluta seguridad; no hay el menor riesgo de que produzcan efecto nocivo o entren en conflicto con otro medicamento.

Aunque tienen un poco de alcohol, la cantidad es muy pequeña.  En cada toma de Flores de Bach, una persona consume hasta una gota de Brandy, lo cual es insignificante desde el punto de vista químico.

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